lunes, 2 de marzo de 2015

EJERCICIO EN AYUNAS ¿ESTRATEGIA ALIADA O ENEMIGA?

running en ayunas

Al parecer está de moda hacer ejercicio en ayunas con el objetivo de quemar más grasa que habiendo desayunado previamente, pero ¿realmente es así?

Cuando realizamos ejercicio cardiovascular o aeróbico, el organismo obtiene energía en primer lugar de los hidratos de carbono, en segundo lugar de las grasas y por último de las proteínas. Con lo cual, es lógico que esta moda sea atractiva. Sin embargo, la ciencia no respalda esta teoría.

Cuando realizamos ejercicio por la mañana, sin haber desayunado primero, las reservas no están agotadas, sino disminuidas. Si la noche anterior hemos consumido una cantidad equilibrada de hidratos de carbono, a la mañana siguiente aún tendremos reservas de glucógeno, tanto en el hígado como en el músculo. Por lo tanto no estamos entrenando en ayunas, sino con baja carga de glucosa.

Pero lo que queremos es perder grasa ¿no? Asique es preferible que las reservas de glucógeno estén disminuidas, para así empezar a utilizar antes las grasas como combustible. No obstante, no es oro todo lo que reluce.


La glucosa almacenada irá destinada a abastecer al cerebro, dejando al músculo sin su carburante principal, que para obtener energía oxidará los ácidos grasos, sin embargo para ello es necesario que exista una pequeña cantidad de glucosa. Al no disponer de ella, el organismo echará mano de los aminoácidos del tejido muscular. Es decir, ESTAREMOS PERDIENDO MASA MUSCULAR.
Puede que este hecho no os alarme, pero la verdad es que es un riesgo que no deberíamos correr. 
Con la pérdida de masa muscular, el rendimiento disminuye, aparecerá antes el cansancio y el agotamiento y no harás ejercicio a tu máxima capacidad. Por lo tanto no quemarás la cantidad de grasa que cabe esperar.
A parte de eso, ¿estáis dispuestos a perder el músculo que tanto os ha costado ganar? Es más fácil quemar 1 gramo de grasa que ganar 1 gramo de músculo.

Conclusión: es mejor entrenar tras haber desayunado. Si sigues leyendo entenderás por qué.

Son muy pocos los estudios que aseguran que entrenar sin realizar una ingesta previa ofrece una mayor quema de la grasa corporal. Por el contrario, está demostrado científicamente que comer antes del entrenamiento permite al deportista entrenar a mayor intensidad que los que lo hacen en “ayunas”. El resultado es que a la larga queman más grasas durante y después de la práctica deportiva.  

Es absurdo que solo nos fijemos en la cantidad de grasa que quemamos durante el periodo de entrenamiento, ya que el organismo ajusta continuamente el uso de la grasa como combustible. Esta pérdida no será significativa a la hora de evaluar nuestra composición corporal, sino que debemos medirla a lo largo de los días. Por norma general, si quemas más hidratos de carbono durante el entrenamiento, quemarás más grasa tras el periodo post-ejercicio.

Además, la práctica de ejercicio físico con las reservas disminuidas puede ser perjudicial para la salud, ya que sujetos que no estén entrenados pueden sufrir una hipoglucemia, con consecuencias como: mareos, vómitos, calambres…etc. 


agotamientoCuando la actividad deportiva deja de ser sana, deja de ser beneficiosa para volverse peligrosa.

Desayunando aguantarás más y mejor el entrenamiento, estarás aportando al músculo los recursos necesarios para trabajar a su máxima potencia, aumentará tu rendimiento y con ello tus logros y quemarás más grasa al final del ejercicio.


¿TE LA VAS A JUGAR?

Chiara Corradetti


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