¿Alguna vez habéis analizado vuestra forma de enfrentaros a
vuestro rival?, ¿Qué uso del campo hacéis? Un jugador, una vez
haya trabajado sus recursos, dependerá de él salir o no de su zona de confort. Como en todo, la teoría es fantástica pero ponerlo en práctica es complicado. Cada
uno tiene fijados sus hábitos/comodidades y también hasta dónde quiere llegar, no
es ni mejor ni peor simplemente, diferentes alternativas. De todas formas, de vez en cuando tenemos que
reflexionar sobre ellos porque si hablamos de ponernos un dorsal para una maratón
o jugar un partido importante, tendremos que salir de nuestra zona de confort para
mejorar nuestro rendimiento.
¿Por qué arriesgar?
- Para no quedarnos estancados, para evolucionar. Es curioso que casi todo lo que nos llena más, es producto de un esfuerzo previo. Tienes que ir variando tus objetivos a medida que vas avanzando, siempre hay opción de rendir más y progresar en aquellos aspectos que seas más débil. Por ejemplo, Tony Nadal, tío y entrenador de Rafa, decidió que era bueno para su juego que jugara con la mano izquierda porque con esta golpeaba la bola más fuerte. Consiguió sacarle de su zona de confort y él tuvo que aprender a jugar de nuevo con la otra mano, pero recibió a cambio la posibilidad de ponérselo complicado a sus rivales. Además, juega en todo momento al límite, buscando las líneas para poner la bola allí donde el contrario no pueda llegar.
- Complicamos al rival sacar su mejor juego. Cuando nos mantenemos en el mismo juego punto tras punto, estamos dando mucha información a nuestro rival de por dónde tiene que atacar porque ya sabe cual va a ser nuestra reacción.
- Incrementa tu confianza y la confianza en tu compañero/s. En tenis por ejemplo, un jugador que se mantiene siempre al fondo, cómodo, esperando a lo que el rival haga que por mucho que lo vea claro, no arriesga y sube a la red. En el caso de que sea de dobles, puede influir la confianza hacia nuestro compañero: no sube por falta de confianza porque no está seguro de que le vaya a cubrir o en voley-playa arriesgar en jugadas, como puede ser ir al bloqueo, porque sé que tengo un buen apoyo en la defensa.
- Incrementa tu motivación y es lo que marca la diferencia.
- Te ayuda a aceptar y aprender de los errores.
- Asegurar te ayuda a igualar el partido, pero, ¿GANARLO? Si las ventajas de arriesgar son tan claras, ¿qué nos mantiene parados evitando ir a por la meta deseada?
No arriesgar supone
un peligro, hay un riesgo de perder la motivación, nuestro juego se hace
monótono y aburrido, e incluso me atrevería a decir que nos entristecemos con
nosotros mismos porque sabemos que tenemos el potencial pero una y otra vez no
lo sacamos y lo demostramos, damos el 50% de lo que podríamos dar.
Cuando estamos en nuestra zona de confort nos
acostumbramos a que las cosas sean de una determinada manera. Cuando decidimos
salir, nos encontraremos con aspectos que no podemos controlar. En este caso, es importante que
aprendamos a aceptar las situaciones que se nos presentan, aceptemos la
imperfección, no pretendamos hacer un golpe "nuevo" de 10 en el primer intento, seamos
realistas.
Paulo Coelho dice “no
hay ni victoria ni derrota en el ciclo de la naturaleza, hay movimiento”
Tenemos que movernos y asumir riesgos. Entiendo que arriesgar supone entrar en arenas movedizas, en una zona de alta incertidumbre, donde puede aparecer el
miedo, miedo a que todo lo trabajado en los entrenamientos no sea suficiente y
nos bloqueemos, y ¿qué podemos hacer?
Pase lo que pase tratemos de tener una expectativa positiva,
no es el final. No perdáis el tiempo en estar pensando todo lo que podría salir
mal, inténtalo, probablemente lo que consigas compense todo lo supuestamente
perdido. Ojo!! Arriesgar no es apostar por algo, cuando apuestas no creces,
cuando arriesgas lo das todo por alcanzarlo porque tu mensaje interior es un
“Si puedo, lo voy a conseguir”. Quienes somos es fruto de las dificultades que
hemos afrontado y en quien nos hemos convertido.
Cada partido es una serie de conflictos que no todos sabemos
manejar en determinados momentos. Nada llega con facilidad, sin esfuerzo,
dedicación, depende de ti como hacerlas frente. Ya vale de excusas, no digas “No sé hacerlo” mentira, lo
has trabajado en los entrenamientos, repetido una y otra vez, quizás sea una
jugada arriesgada pero es el momento, ¿qué puedes perder?
El ex jugador de hockey sobre hielo, Wayne Gretzky, decía
que fallaba el 100% de los tiros que NO intentaba. Cuanto más alto subes más
problemas, si no tuviésemos problemas nada nos obligaría a crecer, nada te empujaría a desarrollar todos tus
recursos y habilidades para afrontarlos. ¿No queda claro entonces que el
peligro es quedarse quieto, no arriesgar?
Siempre hay nuevas aventuras y cosas por descubrir. La vida está llena de oportunidades,
pero hay que salir a buscarlas.
Ana de Cevallos
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