La atención y concentración es un bloque de gran relevancia
en la preparación mental de un deportista, debido a ello voy a dedicar las
próximas tres entradas del blog a profundizar en el por qué de su
importancia así como la explicación de
estrategias para poder trabajarla como son las rutinas o un entrenamiento en
visualización.
- Atención: proceso psicológico que permite al individuo establecer contacto con un estímulo importante.
- Concentración: Mantenimiento de esa atención durante un periodo de tiempo determinado.
Muchos deportistas dan por hecho que presentan sólidas bases
de concentración ya que saben detectar qué situaciones de juego la requieren en
mayor medida, pero el hecho de saber identificar qué situaciones exigen más no
implica que sepan gestionarlas y volver a un estado optimo. Descubrirlo en la competición da lugar a pensamientos
negativos, incrementa los distractores, estrés y la activación se dispara
llevando al deportista a salir de su juego, a precipitarse en su toma de
decisiones, fallar golpes fáciles, alta impulsividad, enfados...Creando unas
sólidas bases de concentración puedes enfocar tu atención y pensar sólo en el
rendimiento, ignorando las distracciones.
Esta habilidad mental es esencial para alcanzar un alto
rendimiento. En ocasiones, la mente es el instrumento que nos frena en nuestro camino hacia el
crecimiento. En el ámbito de competición intervienen varios factores que
tienden a atraer la atención del deportista, distrayéndole de cara a conseguir
su meta. Muchos de esos distractores están fuera de su control, como por ejemplo,
los gritos de la grada, ¿podemos hacer algo para eliminarlos? NO, entonces hay
que pensar en una solución para poder conseguir volver al partido y que eso no
influya en tu actuación ¿Cómo?
Os voy a plantear un
ejemplo en el pádel: Se disputa un punto intenso que iguala el partido, le toca
sacar a uno de ellos. El jugador que está al saque tiene un exceso de
activación fruto del punto anterior y el primer pensamiento que le puede
aparecer es “no puedo fastidiarla ahora” o directamente puede estar pensando en
los fallos o aciertos del punto anterior ya sean propios o de su compañero. En
esa situación, en vez de enfrentarse al saque directamente, que dedique unos
segundos para hacer unas respiraciones y bajar pulsaciones, una autoinstrucción
motivadora “es mi momento, voy a por ello” y hacer su rutina de saque para
estar completamente focalizado en el siguiente punto, visualizando dónde va a
dirigirlo.
Trabajar con tu psicólogo deportivo distintas técnicas y
ejercicios de concentración (técnicas de relajación, rutinas, visualización,
dinámicas en pista o en sala…) conllevará a unos grandes resultados en tu
rendimiento. No sólo tendrás más recursos en puntos decisivos, gestión de
presión, distracciones sino en disminuir
la probabilidad de” salir” del partido, mantenerte constante en tu juego, no hay
nada más que tú y esa bola, te sientes más seguro en tus golpes, arriesgas y
disfrutas.
Cómo mejorarla:
- Controlar tus ojos
- Concentrarse en COSAS PEQUEÑAS
- Concentrase en el AQUÍ Y AHORA
- Usar AUTOCHARLA POSITIVA
- NO JUZGUES golpes propios
- NO CAMBIES DE OPINIÓN ANTES DE GOLPEAR
- CÉNTRATE EN TU PROPIA RESPIRACIÓN
- SIENTE LAS SENSACIONES de agarrar la raqueta, golpear la bola, agarrar el palo…
- Practica en lugares ruidosos
Hay que recordar que estas estrategias no tendrán resultados
si no se practican, deben automatizarse hasta formar parte del repertorio
personal, hasta que se den sin pensarlo. Deben darse de forma natural,
automática y espontánea, eso es fruto de la práctica y el trabajo constante. No
se puede dominar las habilidades mentales sin entrenamientos, deben ser practicadas como lo técnico y
físico. Importante tener presente que en las primeras competiciones puede que
no salgan como quieres o no te acuerdes de llevarlas a cabo en los momentos
clave, pero uno no debe desanimarse, el que persevera triunfa.
Cuando al campeón Ultraman 2002, Gordo Byrn se le preguntó
qué pensaba mientras nadaba los 10 kilómetros, contestó “en mi brazada”.
Aquí y ahora, no importa nada más.
Ana de Cevallos .
Geniaal
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