¿QUIÉN DIJO QUE VOLAR NO ERA POSIBLE?

            

 Normalmente, tendemos a pensar que la persona que tiene más aptitudes, será la que más lejos llegue siendo esto un error que nos frena y bloquea. Tenemos un sueño, un reto, vayamos a por él, tengamos ACTITUD, ese será el motor del todo.

 No tengas miedo a fallar, no siempre se puede ganar, pero es importante no temer  tomar decisiones, probar las distintas alternativas y superarte, porque diré que valiente será la persona, que con miedo, es capaz de enfrentarse, avanzar y conseguir lo que se propone; al fin y al cabo, los limites como los miedos, frecuentemente, son una ilusión.

 Probablemente, en muchas ocasiones topemos con piedras en el camino, pero quien las salta y sigue? TÚ. La batalla es interior, tenemos que trabajar para enfrentarnos a nuestras adversidades y conseguir nuestros objetivos. Muchas veces decimos: “me encantaría ponerme en forma”,” quiero salir a correr”, “ quiero llegar a ser un gran jugador de” y lo siguiente es la fatídica frase : “no puedo”, “ va a ser imposible”, “ no tengo tiempo”… entrando en un bucle que nos aleja de la acción, ¿acaso lo hemos intentado?

  Una derrota te puede servir para ampliar tus perspectivas o redirigir el curso de tu acción , tanto en deporte como en la vida.  Lo importante es que tu momento, en general, sea hacia delante. Michel Jordan decía:”He fallado más de 9000 tiros en mi vida, perdido 300 juegos, 26 veces han confiado en mí para tomar el tiro que ganaba el juego y lo he fallado. He fracasado una y otra vez en mi vida y eso es por lo que tengo éxito”.

 Si eres capaz de ver los fracasos y derrotas como retos, como situaciones desafiantes, que te ponen a prueba, serán una oportunidad para crecer,personal y deportivamente, conseguirás que las experiencias negativas se conviertan en ventajas. No depende tanto de la naturaleza de lo que ocurra sino de cómo reaccionamos ante esos acontecimientos.

Superarse es ir más allá, salir de tu zona de confort y darlo todo a niveles que no pensabas posibles. Yo tengo alas, una vez fui valiente y decidí desplegarlas para volar alto. Confieso que , en ocasiones, se me olvida que las tengo y me arrastro consiguiendo la mitad de lo que podría pero de repente , me miro al espejo y digo: “¿ qué esto?” e intento usarlas de nuevo  pero me caigo. No consigo despegar pero, como tengo un punto de cabezota, lo sigo intentando una y otra vez, perfeccionando el vuelo y superando objetivos. Yo os invito a descubrir y desplegar las vuestras, lanzaros a por nuevas aventuras y retos. Todos tenemos alas, solo hay que verlas.

“EMPIEZA HACIENDO LO NECESARIO LUEGO AQUELLO QUE SEA POSIBLE Y ACABARAS HACIENDO LO IMPOSIBLE. “

Francisco de Asis.

Ana de Cevallos