La idea de crear este blog surgió como tantas otras buenas ideas, entre risas y bromas con mi compañera, con la que hoy comenzamos esta nueva aventura. Sin embargo, pronto nos dimos cuenta de que no era ninguna tontería.
Son muchas las personas que comienzan a marcarse nuevos retos deportivos, como medias maratones, iromans, triatlones o simplemente acudir al gimnasio.
Son muchos los que, interesados en su salud y en mejorar en su práctica deportiva, se plantean que deben comer, que suplementos tomar o qué alimento maravilloso les hará mejorar.
La información que recibimos a través de las revistas, páginas webs, monitores de gimnasio e incluso amigos, es confusa y contradictoria: ¿podemos mezclar hidratos de carbono y proteínas en la misma comida? ¿Tenemos que dejar de comer hidratos después de las 6 de la tarde? ¿Quemamos más grasa haciendo ejercicio en ayunas? ¿Tengo que tomar suplementos para aumentar mi masa muscular? ¿Es necesario tomarnos esos batidos, preparados con frutas y verduras que alcanzan un dudoso color, para una buena recuperación tras el desgaste producido la actividad física?
Mi consejo es que optéis por el sentido común. El deportista tiene de base las mismas necesidades que un individuo corriente. Es un ser humano. Estas necesidades las puede obtener perfectamente, a través de una dieta básica y equilibrada y no mediante comidas raras, dietas milagrosas o suplementos dietéticos que pueden resultar incluso, perjudiciales para la salud. Únicamente necesita de una alimentación específica, que vendrá determinada por la práctica deportiva que realice y por sus circunstancias individuales.